El Pepe Aznar o Pepe Botella, no deja de amargarnos cada día el café con sus frecuentes coces dirigidas a todo lo que no sea alabar su presencia, sus ideas y sus genialidades. El genio de la desvergüenza, el belico derechista, el amigo de los cazamillones, el perro faldero del capitalismo, ha llevado a cabo lo que nos temíamos. A su muñeco nombrado por su dedo le ha ordenado dar una vuelta más al tornillo ultraderechista y pretende hacer de este país lo que define como ¿democracia?. Los inútiles ocupantes de los puestos por el designados, fulminan de un plumazo a alguien que (a pedar de mi fobia por él) podría haber sacado un hilillo de aire fresco en un partido caduco y radicalizado. Se trae a un cazamillones que de la operacón Endesa se enriqueció con tanto dinero como el que los que rozamos los 1000 euros de sueldo tardaríamos 1000 años en ganar. Pero, ¡que más dá! yo soy Dios y Mahoma mi profeta. Dios nos libre de esta calaña. Por cierto en el Mayo fránces pregonaban "si existe Dios es un problema".
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