La crispación y Crispín.

¿Necesitaremos al Capitán Trueno y a Crispín? Pues vamos a tener que pensarlo. Ha llegado a un límite el buscar el descrédito, el avasallamiento y el desprestigio hacia el partido en el Gobierno, que este es el momento en mis cincuenta y ocho años de existencia que más dividida vea la situación política de este país. Es inconcebible que respaldandonos en la "libertad de prensa y opinión" se insulte se vapulee y se intente denigrar más y con más frecuencia sin más justificación que la cabrona sangría de Eta ha producido en esta nación. Como si nadie hubiera negociado antes (me resisto a lo de "Frente de Liberación Vasca, y acercamiento de presos, por ejemplo). Seré un fantasioso pero creo que la única solución a este problema es la que creo tiene en mente este Gobierno. Seguir machacando a Eta hasta que algún di
rigente etarra no vea más solución que la entrega de las armas.Lo curioso de todo es que esta crispación se vivi "casi" exclusivamente en la zona nacional madrileña. El Partido en la oposición a través de la Presidenta de esta Comunidad ha instaurado una zona destinada a ser Madrid contra todos. Como si todos los madrileños fueramos parte de su negociado han tomado hasta la propia televisión autonómica (que tyambién pago yo claro) para hacer un frente informativo del estilo más rancio y derechista desde la instauración de la democracia. La auto denominada señora liberal, es la más ultra de los políticos de este país. Y pienso que su denigrante actitud la realiza solo con el ansia de ocupar al más breve plazo el puesto del nominado a dedo Sr. Rajoy. Los que en su momento fueron los más mentirosos de la historia de España siguen copando los puestos claves de un Partido que huele a chamusquina en el horizonte del próximo Marzo electoral. Estos que ayer ponian en la punta del ariete a la AVT y que ahora no saben como quitarsela del medio han promovido que los ultras derechistas insulten y calumnien ocupando los sitios estrategicos y los lugares en los que más se les oiga para gritar su odio y su desengaño por intentar dejarlos tirados. Como gane esta oposición ¡que Dios nos coja confesaos!.